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El Growth Hacking Marketing fue inventado por Hotmail en 1996, aunque el término se acuñó años más tardes, y rápidamente adaptado por startup tecnológicas de Silicon Valley que contaban con un buen producto, pero pocos recursos económicos para lanzarlo. Algunas de aquellas startup son hoy gigantes como Facebook  o WhatsApp.

El «Growth Hacking» unido a  «Marketing» es en sí una contradicción. La metodología Growth Hacking aplicadas a la empresa busca un rápido crecimiento del negocio, utilizando técnicas basadas en Internet y contando con pocos recursos económico. Sin embargo, no tiene en cuenta las ventas. Al menos, no a corto plazo. Y es ahí donde entra en contradicción con el Marketing, totalmente ligado a los departamentos de ventas y orientado a la generación de leads para posteriormente, cuanto más rápido mejor, su conversión en clientes que aumenten las ventas de los productos o servicios.

¿Entonces, no es aplicable el Growth Hacking Marketing?

De entrada, el Growth Hacking Marketing requiera un cambio de mentalidad en el modelo clásico de negocio. Cuando Hotmail se preguntó cómo hacer crecer su base de clientes de forma rápida y exponencial, la respuesta no pudo ser más “sin sentido” para los principios empresariales. La forma “rápida” de tener más clientes era regalar su servicio. Y para conseguir que el crecimiento fuese “exponencial” tenían que hacerlo «viral», concepto no inventado aun. También en esto fuero pioneros. Así fue como, cada vez que un usuario enviaba un correo electrónico desde su plataforma, incluía el mensaje “Consigue tu cuenta de correo gratuita en Hotmail”. En seis meses ya tenían 1 millón de usuarios. Un año después, en 1997, Microsoft compró Hotmail por 400 millones de dólares. En aquel momento contaban con 10 millones de usuarios.

Andrew Chen, experto en Growth Hacking y actualmente colaborando con la plataforma Uber, define al Growth Hacker como “un híbrido entre marketero y programador”. Por tanto, podríamos decir que el Growth Hacking Marketing consiste en utiliza metodologías del marketing basadas en internet (inbound marketing, SEO, Social Media Marketing, Marketing Digital, etc) con una mente técnica. Cimenta el mundo del Marketing en vez de en la métrica de las cifras (datos económicos), en la métrica de internet (tráfico, suscriptores, blacklinks que apuntan a tu web, etc.). Y por supuesto, con bajos costes. De ahí, que las startup sean, fundamentalmente, su principal caldo de cultivo

¿Puede una gran empresa aplicar Growth Hacking Marketing?

Otras empresas ya lo han hecho. Wall Street Journal utilizó una técnica muy creativa en su momento. Ofrecía WIFI gratis en las zonas más concurridas de Nueva York. Los usuarios llegaban a una Landing Page donde debían registrarse. De este modo, el periódico recopiló gran cantidad de información para campañas de email marketing. DropBox regalaba espacio adicional en la nube si invitabas a tus amigos a unirse a la plataforma.  Quizá, no fueron los primeros en regalar espacio en la nube, pero sí lo fueron en saber hacer que el mensaje calara.

Independientemente de su tamaño, cualquier empresa puede aplicar Growth Hacking Marketing, solo tiene que cambiar la mentalidad y estar dispuesta a ceder en sus ingresos a cambio de aumentar sus clientes. Regalar parte de sus productos o servicios pensando en aumentar las ventas a más largo plazo, en vez de la inmediatez de los trimestres.  Hay que apostar fuerte, ser imaginativo para impactar y, sobre todo, medir que la estrategia está funcionando, porque no esperaremos aumentar los ingresos rápidamente, pero sí los clientes.

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